Algunas preguntas para reflexionar…
¿Cuántas veces has pensado que conocer a una persona diferente de tu cultura, puede ser oportunidad para crecer?
¿Cuántas veces te dejaste guiar por otra persona para descubrir algo más de su cultura, forma de pensar y de actuar y mejorar algo de tu vida?
¿Cuántas veces te encerraste en ti mismo, en tu círculo de amigos, y no te dejaste llevar por la curiosidad de algo nuevo que hay en el mundo?
ENCICLICA FRATELLI TUTTI, papa Francisco, 3 de octubre de 2020
CAP. 6 DIALOGO Y AMISTAD SOCIAL
Te invitamos a leer algunos pasajes del capitulo sexto de la Encíclica “Fratelli tutti” acerca del tema de saber tener buenas relaciones que sean instrumento de cercanía hacía otros, los cuales me pueden guiar a nuevas experiencias de vida…
- Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo “dialogar”. Para encontrarnos y ayudarnos mutuamente necesitamos dialogar.
- «La vida es el arte del encuentro, aunque haya tanto desencuentro por la vida». Reiteradas veces he invitado a desarrollar una cultura del encuentro, que vaya más allá de las dialécticas que enfrentan. (…) El poliedro representa una sociedad donde las diferencias conviven complementándose, enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente, aunque esto implique discusiones y prevenciones. Porque de todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible. Esto implica incluir a las periferias. Quien está en ellas tiene otro punto de vista, ve aspectos de la realidad que no se reconocen desde los centros de poder donde se toman las decisiones más definitorias.
- Este pacto también implica aceptar la posibilidad de ceder algo por el bien común. Ninguno podrá tener toda la verdad ni satisfacer la totalidad de sus deseos, porque esa pretensión llevaría a querer destruir al otro negándole sus derechos. La búsqueda de una falsa tolerancia tiene que ceder paso al realismo dialogante, de quien cree que debe ser fiel a sus principios, pero reconociendo que el otro también tiene el derecho de tratar de ser fiel a los suyos. Es el auténtico reconocimiento del otro, que sólo el amor hace posible, y que significa colocarse en el lugar del otro para descubrir qué hay de auténtico, o al menos de comprensible, en medio de sus motivaciones e intereses.
- La amabilidad es una liberación de la crueldad que a veces penetra las relaciones humanas, de la ansiedad que no nos deja pensar en los demás, de la urgencia distraída que ignora que los otros también tienen derecho a ser felices. Hoy no suele haber ni tiempo ni energías disponibles para detenerse a tratar bien a los demás, a decir “permiso”, “perdón”, “gracias”. Pero de vez en cuando aparece el milagro de una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia. Este esfuerzo, vivido cada día, es capaz de crear esa convivencia sana que vence las incomprensiones y previene los conflictos.